Los escape room o salas de escape, surgidos en Japón en 2007, se han convertido en la atracción de moda para gente de todas las edades, que participan en grupos de amigos, conocidos, con compañeros de trabajo o familiares, para resolver los misterios de estas salas y conseguir el objetivo propuesto, o simplemente salir.
¿Por qué se han vuelto tan populares? Para nosotros estos son los principales motivos que han conseguido hacer de las salas de escape la atracción del momento:
- Son para todos los públicos: Da igual tu edad, gustos o características, que seguro que hay una sala que te llame la atención.
- Son para equipos: Aunque se podrían jugar solos, normalmente el mínimo de personas son dos, lo que implica una parte de juego en equipo o colaborativo, que gusta a todo el mundo.
- Son muy entretenidos: Un equipo de 3-4 personas en una sala de escape normal siempre tiene algo que hacer, buscar, intentar descubir o resolver.
- No son muy complicados: La mayor parte de la gente es capaz de salir de las salas normales en el tiempo previsto. Aún así, no salir no suele ser un problema, ya que es una actividad muy entretenida.
- Son guiados: El tener un «Maestro de Juego» (normalmente de la propia sala) que te guia o ayuda en momentos clave hace que se mantenga el sentido del juego, se vea como un recurso al que acceder y se evite caer en la sensación de estar totalmente bloqueado.
- Despiertan nuestra competitividad: Una vez que entras, quieres salir, quieres ser ganador, y con cada prueba que resuelves, y que te lleva hacia el final, esa sensación se hace mayor.
- Te permiten formar parte de una historia: Casi todas las salas tienen una historia de fondo con la que has actuar, lo que nos hace meternos dentro del juego aún más.
- No requieren de actitud física: «Todo lo que hay se puede mover con la fuerza de un dedo» es una de las frases que siempre nos dicen al empezar a jugar.
- Se realiza un leve esfuerzo físico: El leve ejercicio que realizamos en estos juegos, unido al esfuerzo mental, conlleva aspectos físicos que nos proporcionan bienestar.
- El subidón de conseguirlo: Ganar un premio después de una actividad nos provoca un subidón de felicidad y bienestar que puede volverse casi adictivo.
¿A vosotros qué es lo que más os gusta?